sábado, 18 de septiembre de 2010

Me parece

Me parece que vivo, que estoy entre los ruidos, que miro las paredes, que estas manos son mías. Pero quizás me engañe y paredes y manos sólo sean recuerdos de una vida pasada.
He dicho "me parece"... yo no aseguro nada.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Vivimos en silencio para no herirnos los unos a los otros.

Ha vuelto a mi Murakami después de no mucho tiempo sin leerlo, es porque preste Tokio Blues... yo sé que no es el mejor libro pero es muy bueno, me agrado mucho la sensación de nostalgia que te deja y estoy feliz de que a quién se lo preste también le esta gustando. Además forme cierto lazo con ese libro y alguien más y creo que por eso me gusta más el libro y los recuerdos que me trae (aún cuando no tiene ni un año que todo paso). Como con casi todos los libros que me gustan mucho anoto frases que me llegan, con Tokio Blues no fue la excepción y les dejaré un fragmento. Si pueden léanlo, yo sé que Murakami se puso un poco de moda y eso no me agrada tanto pero en general me gusta como escribe, todo lo que he leído de él me ha dejado una sensación que me agrada (Sputnik, mi amor no tanto) y creo que es muy recomendable.

Bueno, esto se lo escribe Naoko a Watanabe en una carta, cuando le comenta como es la clínica donde ella esta, a ver que les parece

…Me explicó que no estamos aquí para corregir nuestras deformaciones, sino para acostumbrarnos a ellas. Afirmó que uno de nuestros problemas es la incapcidad de reconocerlas y aceptarlas. Y que, al igual que todos los seres humanos, tenemos un modo peculiar de andar, de sentir, de pensar y de ver las cosas, y que, por más que intentemos corregilas, jamás lo conseguiremos.
Al contrario, si intentamos corregirlas a la fuerza, únicamente lograremos que se resientan otros aspectos. No hace falta decir que esto es una simplificación y que sólo recoger una parte de los problemas que tenemos, pero entendí muy bien lo que trataba de decirme. Tal vez somos incapaces de adaptarnos a nuestras deformaciones. Y, por lo tanto, posiblemente no podamos aceptar el dolor y el sufrimiento reales que provocan. Estamos aquí para huir de todo ello. Mientras nos quedamos aquí, no haremos sufrir a los demás, ni los demás nos harán sufrir a nosotros.
Porque todos nosotros sabemos que “estamos deformados”. Esto es lo que nos distingue del mundo exterior. En él mucha gente viven sin ser consciente de sus deformaciones. Pero en este pequeño mundo la deformación es la premisa. La llevamos en nuestro cuerpo, al igual, que los indios llevaban en la cabeza las plumas que indicaban la tribu a la pertenecían.

Vivimos en silencio para no herirnos los unos a los otros.

domingo, 5 de septiembre de 2010

En el camino

Sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse. Con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas. Y entonces se ve estallar una luz azul y todos el mundo suelta un ¡Ohhhhh!